FAQ

Preguntas más frecuentes

Un remache es un elemento de fijación permanente que une dos o más piezas, generalmente metálicas, sin tornillos ni soldaduras.

Es muy usado en estructuras metálicas, carrocerías y hojalatería.

El remache tiene un cuerpo cilíndrico y una cabeza; al instalarlo con una remachadora, su extremo se deforma, asegurando la unión.

Existen tipos como remaches ciegos, sólidos y estructurales.

Los remaches ciegos (pop) son populares porque se colocan desde un solo lado, ideales para trabajos donde no se puede acceder al reverso.

Son económicos, resistentes y se encuentran en materiales como aluminio, acero o acero inoxidable.

La elección correcta garantiza una fijación segura y duradera en diversos proyectos.

Las tuercas remachables crean una rosca firme en materiales delgados o piezas donde no es posible usar tuercas tradicionales.

Se fijan con una remachadora que deforma la tuerca para anclarla al material.

En Chile, se usan en estructuras metálicas, muebles de aluminio y automotriz.

Permiten el montaje y desmontaje posteriores, algo que no ofrecen los remaches comunes.

Son resistentes, fáciles de instalar y están disponibles en diferentes materiales y tamaños de rosca (M4, M5, M6, etc.).

Ideales para aplicaciones donde se requiere una fijación roscada en piezas delgadas o con acceso limitado.

La remachadora es la herramienta que instala remaches o tuercas remachables.

Para remaches pop, tira del vástago hasta deformarlo.

Para tuercas remachables, tiene adaptadores que deforman la tuerca para fijarla.

Existen varias como las manuales (para uso doméstico o esporádico), neumáticas, eléctricas o hidráulicas (para uso industrial).

Algunas permiten cambiar cabezales para distintos tamaños o tipos de fijación, lo que las hace versátiles para diversos trabajos.

La elección depende de la frecuencia y el tipo de trabajo que se va a realizar.

Los remaches pueden ser aluminio (ligeros y resistentes a la corrosión), acero (más fuertes, menos resistentes a la oxidación), acero inoxidable (muy resistentes a la corrosión y uso en ambientes húmedos).

En Chile, se recomienda usar un material compatible con las piezas para evitar corrosión galvánica.

La elección depende del esfuerzo que soportará la unión y el ambiente donde se usará.

También hay que elegir el largo correcto para el grosor total a unir.

Primero se perfora un agujero del tamaño indicado según la tuerca.

Se inserta la tuerca en el agujero, ajustándolo.

Se enrosca la tuerca en la remachadora y se aprieta para deformarla y fijarla.

Finalmente, se desenrosca la herramienta y se verifica la fijación.

Este sistema permite roscar tornillos en materiales delgados o de difícil acceso.

Es común en muebles metálicos, estructuras ligeras y carrocerías.

Es clave usar herramientas y tuercas de buena calidad para garantizar durabilidad.

Errores frecuentes incluyen usar remaches o tuercas del tamaño incorrecto, no alinear bien las piezas, aplicar poca o demasiada presión con la herramienta, usar materiales incompatibles que generan corrosión galvánica y perforar con brocas inadecuadas para tuercas remachables.

No realizar pruebas previas puede causar fijaciones débiles o fallidas.

Se recomienda siempre verificar la compatibilidad y practicar en materiales de desecho antes del trabajo final para evitar problemas.